Nueve jueves después del Jueves Santo, los Diablos Danzantes de Venezuela salen a las calles a celebrar el Corpus Christi, o el Cuerpo de Cristo representado en la hostia. Las principales cofradías de diablos del país se encuentran en la zona centro norte del país; en el estado Aragua, distribuyéndose en las distintas localidades como Cata, Cuyagua, Chuao, Ocumare de la Costa y Turiamo. En el estado Carabobo, los Diablos bailan en San Millán y Patanemo. En Cojedes, cobran vida para los habitantes de Tinaquillo. En el estado Guárico, se ubican en San Rafael de Orituco. En el estado Vargas, en la población de Naiguatá. Mientras que, en la localidad de San Francisco, encontramos a los emblemáticos Diablos de Yare, pertenecientes al estado Miranda.
Dando reconocimiento a la localidad de procedencia, los Diablos Danzantes de Chuao constituyen una cofradía de larga trayectoria, encargada de difundir la tradición de ese pintoresco pueblo cacaotero ante esta manifestación tradicional.
Para ellos, la celebración inicia un día antes de la fiesta del Corpus Christi con la Caída de los diablos, acto en que estos pintorescos personajes se rinden ante el altar, para luego recorrer las calles del pueblo acompañados por el sonido de la Caja y el repicar de las campanas de la iglesia. Con una dancita se une el sonar del cuatro al día siguiente, como parte de la procesión del Santísimo Sacramento.
Por su parte, desde hace más de 100 años, las maracas, vestimenta de cascabeles y las tonadas del cuatro han acompañado a los Diablos Danzantes de Tinaquillo.
Al son de los golpes de diablo y el golpe de danza, se develan las más características coreografías, como los son La Culebra, El Teje de Cinta, La Pareja, La Polca o Matrimonio, entre otras.
PDVSA La Estancia extiende la invitación a los caraqueños para que disfruten de una programación, donde la gratuidad, calidad y permanencia son los mejores anfitriones, a sólo una cuadra de la estación del metro Altamira.
